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El fantasma de la argentinizaci�n de Israel

Charla con el Doctor Lev (Luis) Grinberg, economista pol�tico

Autor: Marcelo   Kisilevski
En esta charla con Hagsham� en un caf� de la Universidad Hebrea, el doctor Grinberg arremete contra el plan econ�mico de Netaniahu y explica en qu� se parece (o no) al caso argentino.�

El doctor Lev Grinberg, profesor de Econom�a Pol�tica en la Universidad Hebrea de Jerusalem, debate un poco consigo mismo antes de llegar a definirse como un ecl�ctico. Cualquier israel� que lo escuche lo definir� como un izquierdista casi extremo, salvo por el hecho de no hacer pasar toda la realidad por el prisma marxista. Para explicar la crisis israel� y el nuevo plan econ�mico lanzado por el ministro de Hacienda Biniam�n Netaniahu, Grinberg abreva ciertamente en el marxismo y sus lecturas ligadas a la lucha de clases, pero tambi�n en el weberianismo y en el post-modernismo entre otros "ismos", seg�n sus propias definiciones. Para �l, la estructura no es la medida de todas las cosas. En el proceso econ�mico juega tambi�n otros ingredientes como parte integral e incluso determinante del todo: en primer lugar el conflicto con los palestinos, luego la pol�tica israel� interna e incluso los intereses personales de los actores puntuales.

-�En qu� consiste b�sicamente el programa de gobierno lanzado por el nuevo ministro de Hacienda, Biniam�n Netaniahu?

-El programa no es precisamente algo original. B�sicamente es el mismo programa neoliberal aplicado en tantos lugares en el mundo impulsado por el FMI con el fin de lograr una estabilizaci�n que le permita al estado pagar sus deudas. Esa es la l�gica de lo que se conoce como el Wahington Consensus: un dogma que Joseph Stiglitz, el Premio Nobel de Econom�a, llama "el fundamentalismo del libre mercado". Se trata de un recorte muy dr�stico al presupuesto de todos los ministerios, en especial a los salarios del sector p�blico, violando todos los acuerdos gremiales existentes, sumado a despidos de miles de empleados, en especial maestros. Por esa violaci�n de los acuerdos pasa el conflicto con la Histadrut (central obrera israel�), porque est� visto como un peligroso precedente antidemocr�tico, seg�n el cual dicha quiebra se efectuar�a con fuerza de ley de la Kneset, gracias a la mayor�a que tiene all� el gobierno. Eso constituye un verdadero casus belli para todos los gremios y sindicatos:

�������� Se cortan todos los pagos de transferencia a las jubilaciones, los pagos no reintegrables a las embarazadas, el bono por familia numerosa, todos los apoyos especiales a grupos perif�ricos, como las ciudades en desarrollo, madres solteras.

�������� Las mujeres son las m�s perjudicadas por el nuevo programa, pues adem�s de ser las m�s despedidas en el sector p�blico, como las maestras, se les recorta el subsidio por madres solas, se les anulan los beneficios impositivos preferenciales, y la bonificaci�n por parto.

�������� La edad de jubilaci�n aumentar� de 65 a 67 para los hombres y de 60 a 62 para mujeres, adem�s de haber una rebaja en la jubilaci�n misma.

�������� El total de los recortes son 12 mil millones de sh�kel, pero cuatro mil van a terminar en las manos de los grupos sociales altos (aquellos asalariados que cobran desde 30.000 sh�kel para arriba, unos 6.400 d�lares mensuales) a los que se les rebajar� el impuesto a las ganancias. Es decir que va a haber un grupo de gente que va a ganar mucho, y la gran mayor�a que va a ganar muy poco.

La filosof�a es la liberal cl�sica que dice que cuando se les da m�s a los m�s poderosos, van a ganar m�s, "goteando" bienestar y riquezas hacia abajo, pues tendr�n tanto dinero que no podr�n sostenerlo por no caberles en las manos� Por supuesto eso nunca ocurre as�. La teor�a dice que cuando nos estabilicemos por medio de estas medidas vendr� la reactivaci�n, las inversiones y la creaci�n de puestos de trabajo.�

-�Eso no es verdad?

-Eso no es verdad ni aqu� ni en ning�n lugar del mundo, y aqu� menos que menos. A veces funciona por casualidad, y a veces no, sencillamente porque no tiene nada que ver la inversi�n con el programa en s�, que lo que hace es crear m�s desigualdad.

-Pero digamos que las razones para la inversi�n sea la confianza que provoca la paz con los palestinos, es decir que la causa es pol�tica. En ese caso, cuando vengan los inversores, �no tendr�n que encontrar una base estable ya preparada de antemano, una base preparada por un programa econ�mico como este, que haga cerrar las cuentas para crear confianza? �No ser�a buena una combinaci�n de plan de estabilizaci�n con un proceso pol�tico?

-No. El asunto empieza y termina con la situaci�n pol�tica. Eso lo sabe cualquier chico. Lo dijo antes de las elecciones Ariel Shar�n, y lo repiti� hace poco el ministro de Defensa Sha�l Mofaz. Cuando ten�amos una situaci�n en que la gente se imagin� que �bamos a tener paz, una "paz imaginada", como yo llamo a Oslo, aun cuando no se trat� de una paz real las inversiones empezaron a llegar, desde el '92 al '96. �Cu�ndo se terminaron las inversiones? Cuando lleg� Biniam�n Netaniahu al gobierno. Los inversores extranjeros se dieron cuenta que esa paz era solamente imaginaria, lo entendieron mucho antes que la gente en Israel, y se fueron.

����������� "Si el problema fuera estructural, es decir la existencia de un sector p�blico demasiado amplio, los inversores no ten�an que haber venido tampoco en el '92. O sea que la estructura no es el problema, y no hay que cambiar la posibilidad de los empleados p�blicos de tener un salario determinado ni de tener estabilidad laboral. Lo cual demuestra que se trata de un programa basado en motivaciones ideol�gicas. Y la ideolog�a es la neoliberal, por medio de una privatizaci�n general que ampl�e la brecha social en forma inusitada.

����������� "Israel todav�a, y subrayo todav�a, se inscribe en un modelo de bienestar social, al estilo de las econom�as europeas. Netaniahu nos quiere llevar a un estado de beneficencia, donde los pobres vienen a golpear las puertas del estado, y el estado no les da. Es el sistema norteamericano, donde la filosof�a es que el mercado va a resolver todos los problemas, cuando la verdad es que resuelve todos los problemas de aquellos que tienen mucho dinero, y a la gente que no tiene, el mercado los tira a la calle. Eso es lo que tenemos en Estados Unidos, un mont�n de gente en situaci�n insostenible, sin casa, etc. En Israel todav�a no estamos all�, pero hacia all� vamos.

����������� "Todo este programa de ajuste est� basado en el "consenso de Washington" seg�n los dictados del FMI, y tiene como fin posibilitar a los estados la devoluci�n de la deuda a los bancos prestamistas. El tema es que si bien la deuda externa de Israel es grande, tambi�n lo son sus reservas. Israel tiene 24.000 millones de d�lares de reserva, as� que ni se acerca siquiera a la quiebra. Tiene una credibilidad bancaria internacional impecable."

-Es decir que para reactivar la inversi�n no necesito la estabilidad del tipo de cambio ni que no haya d�ficit�

-�Pero eso lo ten�s en Israel! Si algo Israel tiene es estabilidad cambiaria.

-Pero algo hab�a que hacer, porque ac� hay una recesi�n galopante. �C�mo llegamos a esta situaci�n?

-El problema es el siguiente: estamos en recesi�n, el estado no tiene capacidad de cobrar suficientes impuestos para solventar sus gastos. El gobierno dice que para lograr pagar los gastos hay que achicar los gastos, para estar balanceados. La necesidad de estar balanceados es la teor�a del FMI. En cambio, se podr�a haber pedido pr�stamos. La Histadrut le propuso al estado que los ciudadanos le prestaran dinero a trav�s de bonos. �Por qu� no pedir dinero? �Por qu� hay que hacer un cambio estructural de toda la econom�a para resolver un problema coyuntural que, digamos de paso, no van a solucionar tampoco? Si el problema es que no hay inversiones y que la gente no tiene plata para gastar, todos estos recortes no son m�s que llovido sobre mojado. Este proyecto fue impuesto por el FMI en muchas partes del mundo porque es una instituci�n que no entiende el problema. Es una posici�n dogm�tica y es el �nico plan que tienen. En muchos pa�ses agreg� llovido sobre mojado, y en otros logr� resultados de modo absolutamente casual.

-Pero la trampa est� cuando el FMI condiciona el otorgamiento de nuevos pr�stamos o de garant�a para los mismos a que esos pa�ses apliquen sus programas. Quiz�s Israel, como tantos otros pa�ses, no tiene otro remedio que aplicar esa f�rmula.

-La condicionalidad es otro invento del FMI para imponer sus planes econ�micos: si ustedes quieren nuevos cr�ditos, primero apliquen nuestros planes. �Lo gracioso de esto es que Israel no recibe cr�ditos a trav�s del FMI! Recibe regalos por parte del Departamento de Estado.

-�C�mo? �Israel no recibe cr�ditos internacionales?

-S�, pero no a trav�s del FMI. Nadie condiciona esos cr�ditos de modo alguno. La condici�n que piden esas entidades que nos prestan es que tengamos cierta estabilidad� Y la tenemos. La lucha para que EE.UU. nos d� garant�as por otros 10.000 millones en pr�stamos es para que los mismos sean m�s baratos, no para que nos presten a secas, porque los pr�stamos se consiguen igual.

����������� Aqu� el problema es otro: la utilizaci�n de una coyuntura de recesi�n, provocada por lo pol�tico, el conflicto con los palestinos al que no se le ve en principio salida, para aplicar una reforma econ�mica que no est� basada en los problemas sino en una ideolog�a econ�mica. Ahora bien, si el conflicto con los palestinos es el problema, y no un problema de estructura, �para qu� cambiar la estructura? El cambio de la estructura lo �nico que va a lograr es provocar un da�o a largo plazo, y un cambio de las relaciones de fuerzas entre los grupos sociales m�s altos y los m�s bajos. Eso es lo que quiere Netaniahu. Pero no va a resolver el problema, sino al contrario, lo va a empeorar. Por lo tanto, a mi juicio se trata de una cuesti�n ideol�gica, un fundamentalismo de mercado que domina a Netaniahu.

-�Lo pol�tico partidario juega aqu� alg�n papel?

-S�, y muy determinante. Recientemente hubo elecciones, lo que, seg�n la receta del FMI es el mejor timing para aplicar este tipo de pol�ticas dr�sticas, y con la presencia de un l�der que apoya este programa ideol�gicamente y se lo puede "vender" al p�blico por sobre las cabezas de los l�deres de grupos. Netaniahu tiene una motivaci�n muy grande, porque es su forma de perfilarse como principal candidato a heredar a Ariel Shar�n. As� que todo esto es tambi�n parte de una lucha pol�tica interna dentro del Likud.

-Pero jugarse a trav�s de un programa tan impopular, �no es hacer una apuesta demasiado fuerte, un gol en contra?

-Bueno, el programa puede tener �xito por casualidad o por otros motivos, porque se arregle el conflicto con los palestinos o porque justo EE.UU. nos da un pr�stamo enorme, o por lo que sea, no por el programa en s�. Va a provocar da�os sociales enormes, pero no digo que no pueda tener �xito en otros planos. Si Netaniahu consigue ser identificado con resultados econ�micos positivos de alguna �ndole, va a ser el principal candidato para heredar a Ariel Shar�n.

-�Y Shar�n qu� quiere? Porque est� respaldando mucho a Bibi Netaniahu en esta jugada.

-S�, Shar�n por un lado quiere que la econom�a mejore. Por otro lado reconoce que solamente va a mejorar cuando haya un acuerdo con los palestinos y no por otro motivo. Y si el plan fracasa y Netaniahu se quema es lo mejor que le puede pasar a Shar�n, para quien Bibi es lo peor del mundo, o por lo menos lo peor del Likud. Bibi, por su parte, exager�. F�jese y ver� que los economistas acad�micos serios no apoyan este programa, porque saben que no soluciona los problemas. Adem�s, no hay una sensaci�n de crisis, que haga sentir a la poblaci�n que "ahora nos tenemos que sacrificar". Lo b�sico para cualquier programa es que el pueblo sienta que hay una crisis tan grande que ahora tenemos que hacer un sacrificio para que en el futuro podamos sacar la cabeza a flote.

-�Y esto no es as�?

-No. Primero, no es la sensaci�n de crisis aguda, sino la sensaci�n de una crisis cr�nica. Ya van dos a�os y medio de crisis. �Por qu� ahora? Segundo, no hay una sensaci�n de que semejante sacrifico vaya a dar alg�n resultado. Si viene Ud. a una persona y le explica convincentemente: "Mire, hay que hacer este sacrificio, porque en la medida que hagamos a, b, y c vamos a poder reactivar la econom�a", hay una posibilidad de que todos marchen juntos. Pero si todo el mundo entiende que el motivo por el que hay recesi�n es el conflicto con los palestinos y la Intifada, y que la recesi�n es justamente el precio de la Intifada, �por qu� este programa? Este sacrificio no est� justificado, y sin esa sensaci�n de sacrificio justificado, el programa est� destinado al fracaso. Y por eso la lucha en contra. Porque Netaniahu ya fracas� en lo que dicta el FMI: la necesidad de un l�der que les diga a los obreros: "ahora hay que sacrificar". Ac� es al rev�s: los obreros est�n mucho m�s enojados que sus propios l�deres, que temen que la calle se caliente al punto de perder el control ellos tambi�n.

-Yendo pues a esa lucha, �las fuerzas sociales que se oponen a este programa, son fuertes?

-Primero, el frente sindical que se form� no exist�a hasta hoy en d�a. Este frente est� compuesto por los gremios afiliados a la Histadrut, que son fuertes, y sus huelgas son muy serias, porque est�n sentados en resortes vitales del funcionamiento econ�mico, como la Compa��a de Electricidad, la Autoridad de Puertos, los aeropuertos, los empleados municipales, los estatales, las grandes empresas. Ahora se les han sumado gremios que no est�n en la Histadrut, como los dos gremios docentes, primario y secundario; tambi�n los m�dicos. Adem�s hay una Histadrut alternativa que es la Histadrut Ovdim Leumit, la Organizaci�n Obrera Nacional, cuyo referente partidario es el Likud, fundada ya por Jabotinsky junto con Beguin para competir con la Histadrut. Esa organizaci�n sigue teniendo alrededor de doscientos mil obreros afiliados. El hecho de que ellos tambi�n se hayan sumado se�ala una oposici�n total al programa econ�mico, que ya alcanza al Likud mismo, y no nos olvidemos que los votantes del Likud son b�sicamente obreros. Su gran decepci�n es que hace dos meses votaron al Likud y ya les est�n bajando la cabeza. Mucho m�s que a la gente de la izquierda que, dentro de todo, son los que saldr�n beneficiados de esto.

-�C�mo se completa el frente?

-Est�n tambi�n las llamadas organizaciones sociales, las ciudades en desarrollo encabezadas por sus intendentes, que son tambi�n l�deres locales del Likud; los grupos de jubilados, todos. Tambi�n hay en la Kneset un frente pol�tico de oposici�n que es incre�ble. Por un lado la izquierda cl�sica del Laborismo y Meretz. Por otro est�n tambi�n Shas y Deguel Hator�, los partidos jaredim (ultraortodoxos), y por otro est� el partido comunista judeo-�rabe Jadash y el partido �rabe Balad. Todos juntos llamaron a una manifestaci�n multitudinaria. Ahora vamos a ver a jaredim y a �rabes marchando juntos, eso todav�a no lo hab�amos visto. Hay que tener en cuenta que esos dos grupos son los que est�n m�s en la periferia social y son los m�s perjudicados por el plan econ�mico.

-�Podemos se�alar alg�n componente �tnico en el plan econ�mico? �Los �rabes salen m�s perjudicados que los jud�os en todo esto?

-No. Al no tener el componente �tnico, est�n unificando a nivel de clase. Los que tienen muchos hijos son precisamente los �rabes y los jaredim. En general los problemas en Israel tienen ese componente �tnico. No hay pobres, sino pobres jaredim, pobres �rabes, pobres rusos, pobres sefard�es. Cuando es as�, cada uno trata de solucionar el problema de su peque�o grupo. Cuando hay una pol�tica neoliberal que grita: "�Mercado!", entonces el contra grito es que en el mercado somos todos pobres por igual.

-Se trata entonces de un proceso muy interesante. �Tal vez es un sinceramiento de las relaciones de clase en Israel?

-No s� si es un sinceramiento, pero s� una reestructuraci�n a nivel social que puede llevar incluso a que no sepamos cu�nto durar� el actual gobierno si sigue por este camino. As� como nosotros hablamos de que la soluci�n a la recesi�n pasa por el conflicto (con los palestinos), los pobres tambi�n empiezan a entenderlo. Incluso lo se�al� Amir Peretz, titular de la Histadrut, que dijo que si la cuesti�n es la paz, veamos c�mo se hace la paz. Es la primera vez que la gente empieza a ver una realci�n entre los problemas socio-econ�micos, �tnicos y culturales, y la cuesti�n del conflicto. Si se va a desarrollar, efectivamente es un proceso muy interesante.

-Por �ltimo: en los medios israel�es comienza a flotar el fantasma de la "argentinizaci�n" de Israel. �Es una comparaci�n relevante?

-La Argentina se ha convertido en un �cono del desastre total, no s�lo para Israel sino en todo el mundo. Es una met�fora m�s que una comparaci�n que se pueda sostener cient�ficamente. La Argentina es un s�mbolo de la p�rdida total de la confianza que debe haber entre seres humanos para que exista un mercado. Los mercados se basan en que una persona conf�a en que la otra no le est� robando todo el tiempo. En realidad no hay nada que comparar porque los problemas de la Argentina son peculiares de ese pa�s. El problema all� es institucional: un aparato del estado que no tiene ninguna capacidad de controlar a los grandes grupos de poder econ�mico, donde estos grupos tienen todo el poder y no tienen ning�n inter�s en que haya un sistema estatal que les pueda cobrar impuestos o quitarles sus poderes. Por supuesto esos grupos est�n apoyados por el FMI y por el capital internacional. Por lo tanto, la Argentina es un pa�s con toda la riqueza del mundo pero inmerso en un sistema en el que alguien se la tiene que robar: el robo y la corrupci�n es un "built in" de la econom�a argentina. Y por eso las soluciones all� no son econ�micas sino pol�ticas, pero �stas son muy dif�ciles.

-�En Israel no tenemos esos grupos de poder? �Tenemos un estado que s� controla?

-En Israel el poder b�sico es del estado. Y el estado controla todo, y con mucha efectividad. Ese no es el problema. Al contrario, el problema es que el estado tiene demasiada fuerza, por eso puede controlar a los palestinos como quiere. Por su parte los palestinos pisaron el palito y adoptaron nuevamente el camino del terrorismo, y en la guerra contra el terrorismo Israel siempre gana por varios motivos: porque unifica al pueblo, le crea una sensaci�n de que estamos nuevamente amenazados por la Sho�, lo moviliza a ir al ej�rcito, tiene mucha m�s fuerza militar, econ�mica, y diplom�tica por el apoyo de Estados Unidos. Ahora bien, es ese poder tan grande del estado el que justamente nos lleva a la crisis. Porque la crisis pasa por el hecho de no tener un futuro por no vislumbrarse una soluci�n con los palestinos, entonces los capitales se escapan, no vienen inversiones, la gente tiene menos dinero y entonces se entra en la recesi�n. Si se arregla el problema con los palestinos, y no digo que esto sea f�cil, el problema econ�mico ser� m�s f�cil de resolver.

-Para completar las diferencias con la Argentina, se�alemos la existencia de reservas que ya en la Argentina no est�n m�s, y que la corrupci�n si bien existe no es un componente estructural del funcionamiento econ�mico israel�.

-Israel tiene un sistema impositivo f�rreamente efectivo. Como alguien que paga impuestos pienso incluso que es demasiado efectivo. Tiene reservas muy grandes, y apoyo norteamericano. Lo que nos da Estados Unidos nos lo da para que les compremos armas, es cierto, pero no es pr�stamo sino regalo. No tenemos para nada el problema de la deuda externa, ni de financiaci�n de pagos ni nada. Tenemos, eso s�, un problema de falta de futuro. La falta de futuro es pol�tica, pero sin futuro la gente no quiere invertir. Los israel�es mismos, si les queda algo de plata miran primero si conviene. �Para qu� van a construirse casas si no saben si se las van a bombardear o no? Lo que s� tenemos en com�n es que los problemas son pol�ticos, y por lo tanto las soluciones tambi�n lo son.�

*Lev (Luis) Grinberg es Ph.D en Econom�a Pol�tica y en Sociolog�a Pol�tica de la Universidad de Ben Guri�n. Su tesis de M�ster fue sobre la hiperinflaci�n israel� de los a�os '80 y la reestabilizaci�n de 1985. Su tesis de doctorado de la Universidad de Tel Aviv vers� sobre la crisis del movimiento obrero israel� en los a�os '60 hasta la ocupaci�n de los territorios. Particip� como asesor del grupo de reformistas laboristas formado por Jaim Ram�n, Iosi Beilin, Amir Peretz y otros, que buscaban la democratizaci�n del Partido Laborista y de la central obrera Histadrut. Dicta Econom�a Pol�tica en la Universidad Hebrea de Jerusalem.