Irán: �amenaza nuclear?
Irán comenzó a enriquecer uranio
El pasado 21 de septiembre, el presidente del régimen teocrático iraní, Mohamed Jatamí, advirtió desde Teherán que su país proseguirá con sus actividades nucleares, aun a riesgo de suspender la cooperación entre su gobierno y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En un discurso pronunciado durante un desfile militar en Teherán, el presidente de la República Islámica de Irán, Mohamed Jatamí, citado por la Agencia Nacional de Noticias de ese país, IRNA, intentó poner un velo de dudas a sus palabras diciendo que el programa nuclear iraní tiene sólo fines pacíficos, y que su país �esté o no bajo supervisión del OIEA, no dará ningún paso hacia la adquisición de armas nucleares�. En paralelo a esta declaración, el presidente de la Agencia iraní para la Energía Atómica, Gholamreza Aghazadek, anunció desde Viena, en donde participaba de una reunión del OIEA, que su país inició el proceso de enriquecimiento de uranio a escala industrial, convirtiendo 37 toneladas métricas de uranio en gas hexafluoro de uranio (UF6), que sirve tanto para alimentar centrales de energía como para construir cinco bombas atómicas.
Este anuncio estremeció sobremanera el delicado equilibrio que existe en la región del Medio Oriente en relación a este tema, encendiendo una luz roja de alarma más que nada en Israel. El anuncio, además, generó una condena unánime del OIEA, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, entre otros países, que instaron al gobierno iraní a congelar inmediatamente estas actividades. La desconfianza que recae sobre Irán por su discurso referido al uso civil de este tipo de energía no es gratuita. Por una parte, son comprobados los contactos que mantiene este régimen con los grupos terroristas Hizballah y Hamas, a los que financia y aporta logística, y que podrían convertirse en eventuales beneficiarios de una futura tecnología atómica; en segundo término, se sabe que ese país cuenta con una de los mayores reservas de petróleo del mundo y que casi no necesita centrales de energía.
La relación de la República Islámica con la energía nuclear comenzó antes de 1979, en la época del Sha, cuando el gobierno estadounidense le vendió a Teherán un mini-reactor nuclear para facilitar el desarrollo científico y tecnológico de ese país. Hoy en día se conocen oficialmente cinco plantas aptas para el desarrollo de energía atómica, ubicadas en las ciudades de Natanz, Ispahán, Kalay, Arak y Busheher.
Misil iraní Shehab 3
También el pasado 21 de septiembre, y por segunda vez en el transcurso de este año (la primera ocurrió el pasado 7 de julio) en un desfile militar en Teherán se mostró públicamente el misil de mediano alcance Shehab 3. Sobre el remolque que transportaba al mismo se podía leer la leyenda �Israel debe ser borrado de la faz de la tierra�.
El Sheab 3 es un misil balístico de una sola fase, construido en base al modelo del misil soviético Scud-B (el mismo que el antiguo régimen de Sadam Hussein arrojara sobre Tel- Aviv durante la primera Guerra del Golfo, en 1991) y su alcance estimado es de 1.300 km -suficiente para alcanzar objetivos en Israel- y puede llevar una carga explosiva de aproximadamente 700 kg. La amenaza de este misil por el momento es sólo convencional, pero se presume que una vez finalizado el desarrollo nuclear iraní para fines militares, pueda transformarse en un arma de acción disuasiva que apunte al pequeño Estado judío. En ambos casos, tanto por su carga de armamento convencional como por el de ojivas químicas o biológicas, el desarrollo de este misil es complementario al programa nuclear iraní, y constituye una serio peligro, quizá el más importante para Israel.
Según fuentes de inteligencia estadounidense e israelí, Irán abría comenzado una producción serial de este misil y estaría en condiciones de producir hasta 20 prototipos por año. De todos modos se estima que deberán transcurrir por lo menos dos o tres años antes de que el sistema sea completamente operacional.
Si prosigue el programa de desarrollo misilístico e Irán genera versiones mejoradas de este misil (se presume que la versión del Sheab 4 estaría en la primera fase de prueba y el Sheab 5 -misil de largo alcance- estaría también en una primera etapa de diseño), en pocos años podrían contar con un prototipo cuyo alcance pueda ser superior a los 5.000 km. Por otro lado, es importante tener en claro que la real importancia de estos proyectos no radica sólo en su capacidad militar, sino en una futura capacidad para colocar satélites en órbita. Un satélite construido en Irán, por más rudimentario que sea, y colocado en órbita por una lanzadera propia, sería el mayor logro de este programa solamente por el prestigio que le conferiría a Irán como potencia militar, científica y tecnología ante el resto del mundo. A partir de ahora sólo resta permanecer alerta y observar cual será el desarrollo de este programa que, no sólo amenaza la integridad física de Israel, sino que además puede impulsar una carrera nuclear desmesurada para los países de la región que tienen conflictos entre sí. Recordemos que Pakistán y la India son dos potencias nucleares y que se presume que Israel también lo es.
Por otra parte, si el programa se sostiene y otros países o grupos armados terroristas se ven facilitados para adquirir parte del mismo, todo esto redundaría en la posibilidad concreta de una amenaza destructiva, sin precedentes, contra el Estado de Israel. Este último se vería entonces en todo su derecho de actuar preventivamente, para mantener indemne su integridad soberana y territorial.
1 Según un informe del Centro Jaffe para Estudios Estratégicos, elaborado en el mes de julio de 2004.
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