�Las dirigencias israelí y palestina no parecen estar representando cabalmente las necesidades de sus pueblos�
Entrevista
Ricardo López Dusil es el director del portal �El corresponsal de Medio Oriente y Africa� (www.elcorresponsal.com), y es un importante conocedor de los intrincados manejos políticos en esas conflictivas regiones del planeta. Durante veintidós años trabajó en el diario �La Nación�, y durante doce de esos años fue el editor de la sección �Internacionales� en ese prestigioso diario argentino.
El pasado 28 de septiembre se cumplió el cuarto aniversario de la �Segunda Intifada�; �cuál tu balance de la misma?
Bueno, evidentemente ha habido un enorme retroceso en todo lo que se había logrado durante el proceso de Oslo, que más que conquistas en lo concreto a mí me da la impresión de que generó, fuera de las cúpulas, una corriente de confianza muy interesante entre los pueblos. Si uno piensa en esos años, no hubo tantos acuerdos logrados; no se llegó al Estado palestino, Israel restituyó Hebrón, Jericó y alguna otra ciudad, pero si uno estaba en el lugar del terreno en ese momento, se había empezado a dar entre los pueblos una comunicación muy interesante, muy rica, que me parece que iba a ayudar a empujar a las dirigencias en ese proceso de paz. En ese sentido, yo recuerdo que en ese momento se criticaban mucho los alcances de ese proceso, pero creo que fue un proceso político muy interesante. Evidentemente ha habido un enorme retroceso desde entonces a esta parte, creo que las dirigencias israelí y palestina no parecen estar representando cabalmente las necesidades de sus pueblos. Hay un hartazgo en esta situación de violencia permanente, y en ese sentido me parece que el gobierno de Sharon se ha metido en un callejón que no parece tener salida. No creo que ese gobierno esté en condiciones de llevar seguridad ni paz a Israel, y en realidad me parece que tampoco necesita Israel una contraparte. Cuando se discute si hay un interlocutor o no, me parece que se deja de considerar que el problema central es la ocupación. Y para seguir discutiendo esto, no necesita un socio, para acordar una retirada existen mecanismos internacionales para garantizarla y para afianzar la seguridad que dicen buscar.
De todos modos, Sharon logró imponer la única agenda política en este conflicto, que es el �Plan de desconexión�...
El �Plan de desconexión� me parece que tiene varios puntos. Por un lado marca para Israel que es imposible seguir controlando todo el territorio. Esto puede considerarse, en algún sentido, una derrota, y me parece que este plan esconde el interés israelí de conservar parte de Cisjordania e intentar armar un Estado palestino inviable, como lo sería en el territorio de Gaza y en alguna que otra ciudad de Cisjordania. Creo que hay una relación de fuerzas mundiales que hace que la agenda política la esté marcando claramente Sharon, como en el mundo la está marcando Bush. En ese sentido, sí, la iniciativa política es israelí y no puede haber demasiada iniciativa política palestina en momentos en que todos los atributos del Estado están destruidos; de esto también no sólo es responsable la conducción palestina, sino también la dirigencia israelí.
Más que una �derrota�, creo que es importante tener en cuenta que la Franja de Gaza nunca fue un territorio muy querido por Israel �como tampoco por Egipto- y en su momento fue aceptado a regañadientes...
Sí, sí. En realidad creo a nadie le puede interesar Gaza. No es el sur del Líbano, pero aún así, como fue muy impopular la guerra en el Líbano, sostener Gaza también es impopular, inclusive para sectores precisamente progresistas de la sociedad israelí.
�Hasta que punto creés que afectará al partido gobernante Likud este plan presentado por Sharon?
Evidentemente están muy divididos y por las características del sistema electoral israelí, los dos partidos políticos mayoritarios -bueno, hoy en día creo que se puede hablar de tres partidos-, han quedado presos de minorías, a veces extremas. Este mecanismo de gobernar con la mayoría en el parlamento, cuando ninguno de los dos partidos tradicionales pueden llegar a los 61 legisladores necesarios, le ha conferido a los grupos ortodoxos y demás un poder de veto aún sin tener una representatividad tan grande en la población. Creo que hay, por un lado, un problema del sistema electoral israelí, que en algún momento se intentó corregir en la elección que Netanyahu le ganó a Simón Peres. Seguramente ese sistema electoral estaba bien intencionado, buscaba que tuvieran representatividad parlamentaria los grupos más pequeños, pero terminó siendo inviable en más de una oportunidad para la política israelí. Al final, terminaron mandando los sectores con menos representatividad.
�Considerás viable al �Plan de desconexión�?
Es viable si es un primer paso y si no termina en la idea de construir un Estado palestino con Gaza y algún retazo de Cisjordania. En cambio, si es parte de un proceso, cualquier desocupación de territorio me parece legítima, buena y auspiciosa; el tema es que no se detenga ahí. La pregunta, en todo caso, sería: �qué hay detrás de este �Plan de desconexión�? Al igual que con el tema del muro o la valla, el problema no es la valla, el problema es dónde se construye. Si Israel quiere construir una valla para garantizar su seguridad, está en su derecho, siempre y cuando lo haga en el territorio reconocido internacionalmente; en cambio si lo hace en otro territorio, lo que está haciendo es apropiarse de territorio palestino, y esto genera una dinámica mayor de conflicto.
Yendo al otro protagonista de este conflicto, �creés que se encuentra perimida para crecientes sectores de su pueblo la figura de Arafat como líder palestino?
Creo que hay un gran movimiento inter-palestino, que es importante, que cuestiona la conducción no sólo de Arafat, sino también de otros dirigentes. Pero hacia dentro. Hacia fuera Arafat continúa siendo una figura indiscutible. Es decir: frente a Israel el presidente palestino es Arafat.
Por último Ricardo, �considerás que el conflicto tomará un nuevo giro a partir de la eliminación de Kalil, uno de los principales dirigentes del Hamas en Siria?
Me parece que hay un eje marcado a partir del 11 de septiembre por el gobierno estadounidense, de alguna manera seguido por (el presidente ruso, Vladimir) Putin, después de la tragedia en la escuela, y de alguna manera seguido también por Sharon. Esta idea de �esto es lo más trágico, me parece- una ruptura de la legalidad internacional. A la humanidad le ha costado mucho construir su andamiaje jurídico y lo que se ha roto es justamente ese andamiaje jurídico. Cuando se habla de �ataques preventivos�, �asesinatos preventivos�; se está hablando de romper la legalidad, y por supuesto me parece muy grave no sólo el asesinato en Damasco, sino que me parece muy grave la política de �asesinatos selectivos� donde la víctima no es juzgada y tiene pena de muerte. Me parece un fenómeno terrible, más allá de quiénes sean las víctimas.
De todos modos esta acción tuvo también un mensaje para Siria, que no es un país neutral en este conflicto, y que brinda y contiene en su país a organizaciones terroristas como Hamas.
Evidentemente hubo un doble mensaje, el otro dirigido a Siria. Pero acá el problema central es la ocupación, lo que legitima la resistencia es la ocupación. La resistencia es legítima, lo que es ilegítimo es el ataque indiscriminado, los actos terroristas, el ataque a civiles, pero la resistencia al ocupante es legítima.
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